Muy cerca de la muerte

Y de repente… vi a aquella mujer temblorosa y pálida -pero fuerte- abrir la pequeña urna sin ninguna explicación ni delicadeza. Como si fuera una experta en esos menesteres, sacó de prisa la bolsa verde de gamuza y tomó la bolsita plástica con cierre que guardaba el polvo blanco y arenoso que ahora eran los huesos de su marido. Besó el plástico con angustiosa naturalidad y repitió como una autómata: «aquí está, éste es mi amor, éste es…”. Luego se echó a llorar.
Entonces se puso en marcha mi pensamiento y una voz -que me hablaba desde algún lugar profundo- se preguntaba:
¿Qué será de mí cuando yo muera…? ¿a dónde irán a parar mis palabras? ¿a dónde volarán mis sueños y las ganas de verte otra vez?
¿Qué será de mí cuando yo muera?. ¿Qué harán mis pies y mi garganta? ¿qué cuerdas tocarán mis manos? ¿qué sonido tendrá mi voz y quién la recordará…?
¿Qué será de mí cuando yo muera?. ¿Quién escuchará mis trinos y cantos, mis perros, mis notas, mis penas…?
Mis luchas y el ánimo de ganar ¿en dónde pondré?
Las luces nocturnas regadas en el asfalto mojado ya no me verán contemplarlas, ni la lluvia intuirá la dulzura que me produce su canto.
Mi patio no tendrá más mis pasos, ni las nubes de mi ventana cambiarán de forma ante mis ojos entretenidos.
Mis flores amarillas ¿para quién brillarán? mis colibríes ¿para quién volarán?
¿Qué será de mis garzas, qué dirán cuando no llegue a verlas bailar al pie del lago? y la montaña, a veces gris otras azul, que se mira en sus aguas ¿para quién se reflejará?
¿Qué será de mí cuando yo muera?. ¿Qué harán los libros que aún me esperan? los besos que he guardado ¿a dónde irán? y el amor que hay en mí ¿en dónde reposará? ¿qué harán las ciudades y calles, los glaciares y fuegos, las estrellas y la aurora que sueño conocer?
¿Qué será de mí cuando yo muera?. Ya no podré ver, oler, correr, sudar, oír, morder, sonreír, paladear, llorar, sentir, suspirar. Ya no sentiré. Ya no seré.
No seré quien soy, no seré lo que fui y si volviera a ser la que soy, no lo recordaré.
En ningún lado estaré. A nadie llamaré, a nadie escucharé, con ninguno estaré y al final en todas partes viviré.